viernes, 17 de septiembre de 2010

Compañía de Jesús

Compañía de Jesús


Nombre latino Societas Jesu o Societas Iesu
Siglas S.J. o S.I.
Nombre común Jesuitas
Fundador San Ignacio de Loyola
Fundación 1534
Lugar de fundación París, Francia
Aprobación 27 de septiembre de 1540 por el Papa Paulo III
Superior General Padre Adolfo Nicolás Pachón
Religiosos 18.516 (2009)
Desaparición 1773 (supresión)
Curia Borgo Santo Spirito 4, CP 6139 Roma
Actividades Educación, Misiones, Trabajo intelectual,

Personas destacadas San Francisco Javier, B. Pedro Fabro, San Francisco de Borja, San Pedro Canisio, Matteo Ricci, Cristopher Clavius, Baltasar Gracián, Gerard Manley Hopkins, Pierre Teilhard de Chardin, San José María Rubio, San Alberto Hurtado, Karl Rahner, Pedro Arrupe, Peter-Hans Kolvenbach.

Sitio web www.sjweb.info (http://www.sjweb.info)

Una de las primeras versiones del sello de la Compañía de Jesús (Iglesia del Gesù, Roma). El trigrama "IHS", comprendido por las tres primeras letras griegas de "IHΣOYΣ" (Jesús), posteriormente interpretado como "Iesus Hominum Salvator", Jesús, Salvador de la Humanidad.La Compañía de Jesús (Societas Jesu o Societas Iesu, S.J. o S.I.) es una orden de la Iglesia Católica, fundada por San Ignacio de Loyola, junto con San Francisco Javier, Beato Pedro Fabro, Diego Laynez, Alfonso Salmerón, Nicolás de Bobadilla y Simón Rodrigues en 1534, en París y aprobada en 1540 por el Papa Pablo III. Con cerca de 19.000 miembros, sacerdotes, estudiantes y hermanos, es la mayor orden religiosa masculina católica hoy en día. Su actividad se extiende a los campos educativo, social, intelectual, misionero y de medios de comunicación católicos.


Descripción de la orden

La Compañía de Jesús (SJ) es una orden religiosa de carácter apostólico y sacerdotal -aunque la conforman también Hermanos, es decir, religiosos no sacerdotes-. Está ligada al Papa por un "vínculo especial de amor y servicio"; su finalidad, según la Fórmula del Instituto, documento fundacional de la Orden (1540) es "la salvación y perfección de los prójimos". En términos de Derecho Canónico, la SJ es una asociación de hombres aprobada por la autoridad de la Iglesia, en la que sus miembros, según su propio derecho, emiten votos religiosos públicos y tienden en sus vidas hacia la "perfección evangélica".

La formación en la SJ empieza con un noviciado que dura dos años. Continúa con un proceso de formación intelectual que incluye estudios de Humanidades, Filosofía y Teología. Además, los jesuitas en formación realizan dos o tres años de docencia o «prácticas apostólicas» (período de magisterio) en colegios o en otros ámbitos (trabajo parroquial, social, medios de comunicación, etc). El estudio a fondo de idiomas, disciplinas sagradas y profanas, antes o después de su ordenación sacerdotal, ha hecho de los miembros de la SJ, durante casi cinco siglos, los líderes intelectuales del catolicismo.

S. Ignacio de Loyola, el fundador, quiso que sus miembros estuviesen siempre preparados para ser enviados, con la mayor celeridad, allí donde fueran requeridos por la misión de la Iglesia. Por eso los jesuitas profesan los tres votos normativos de la vida religiosa (obediencia, pobreza y castidad) y, además, un cuarto voto de obediencia al Papa, «circa misiones»[1] La Fórmula del Instituto (confirmada por Julio III en 1550) dice: «Militar para Dios bajo la bandera de la cruz y servir sólo al Señor y a la Iglesia, su Esposa, bajo el Romano Pontífice, Vicario de Cristo en la tierra».

La Congregación General (CG) es el órgano supremo de gobierno y no se convoca, como en el resto de órdenes, periódicamente sino en caso de muerte del Prepósito General o para tratar de asuntos de especial importancia. Aunque el cargo de Superior General es vitalicio (ningún General renunció en la Compañía anterior a la supresión), las Normas Complementarias vigentes desde 1995 contemplan la posibilidad de renunciar, si el General lo considera conveniente, en conciencia. El primero General en renunciar -por motivos de salud graves- fue Pedro Arrupe, en 1983 y autorizado por la CG 33. P-H Kolvenbach, su sucesor, hizo lo mismo en 2008.

La Compañía de Jesús ha sido una organización que ha vivido entre la alabanza y la crítica, siempre en la polémica. Su lealtad incondicional al Papa los ha colocado en más de un conflicto: con la Inglaterra isabelina, frente al absolutismo del Rey Sol, el regalismo español, con la Alemania de Bismarck, de donde fueron expulsados (durante el Kulturkampf) y con los gobiernos liberales de diversos países en América y Europa. Asimismo, los regímenes comunistas de Europa Oriental y de China limitaron ampliamente su actividad a partir de 1945.

Basílica de Loyola.La Compañía de Jesús desarrolló una actividad importante durante la Reforma católica, sobre todo en los años inmediatamente posteriores al Concilio de Trento. Su presencia en la educación occidental y en las misiones en Asia, África y América ha sido muy activa. Ha contado entre sus filas a una larga serie de santos, teólogos, científicos, filósofos, artistas y pedagogos: San Francisco Javier, San Luis Gonzaga, Matteo Ricci, Francisco Suárez, Luis de Molina, Juan de Mariana, San Roberto Belarmino, San Pedro Canisio, José de Acosta, Atanasio Kircher, San Pedro Claver, Eusebio Kino, etc.

Capítulos notables de su historia han sido el origen y desarrollo de sus colegios y universidades en Europa, la actividad misionera en la India, China y Japón, las reducciones de Bolivia, Paraguay y Argentina, la exploración y evangelización del Canadá, del Mississipi y del Marañón, los conflictos teológicos con los protestantes y los jansenistas, su confrontación con la Ilustración, su supresión (1773) y su restauración (1814).

En 1965 llegaron a su máxima expansión numérica: 36.000 jesuitas en más de un centenar de unidades administrativas (provincias y misiones). Hoy, los jesuitas y los laicos que comparten su espiritualidad trabajan en los campos más diversos, tratando de colaborar con la Iglesia respondiendo a las nuevas necesidades de la sociedad y a los retos que éstas plantean. Así la Compañía trabaja en la acción social, la educación, el ámbito intelectual, el servicio a parroquias y comunidades cristianas y en medios de comunicación.

Entre 1965 y 2008 sus Superiores Generales fueron Pedro Arrupe (español, 1965-1983) y Peter Hans Kolvenbach (holandés, 1983-2008, año en que presentó su renuncia por motivos de edad). El 7 de enero de 2008 comenzó su Congregación General 35, para elegir nuevo Prepósito (superior mundial) y legislar sobre aspectos de la misión y carisma de la Orden. El 19 de enero fue electo (en el segundo escrutinio) como trigésimo General el Padre Adolfo Nicolás, español, perteneciente a la Asistencia de Asia Oriental y Oceanía que, como Arrupe, había sido Provincial de Japón.

Pablo VI describió a los jesuitas de la siguiente manera (1975): "Donde quiera que en la Iglesia, incluso en los campos más difíciles o de primera línea, ha habido o hay confrontaciones: en los cruces de ideologías y en las trincheras sociales, entre las exigencias del hombre y mensaje cristiano allí han estado y están los jesuitas."

Tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/Compa%C3%B1%C3%ADa_de_Jes%C3%BAs

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