MARÍA EUGENIA GASCUE SCHWARTS | EL UNIVERSAL
miércoles 23 de mayo de 2012 03:21 PM
Una de las necesidades del ser humano, es pertenecer. Sentirnos criticados nos hace tener miedo de ser excluidos y en el reino animal, esto significa quedar más expuestos a los depredadores, deambular sin territorio, sin agua, sin comida y perder la posibilidad de aparearse.
Es común, que el que tiene miedo a las críticas, reaccione desde lo más primal que dirige nuestra conducta. Adaptándose a los parámetros del sistema o fraccionando su identidad, escondiendo partes de sí mismo, para no ser rechazado, excluido y criticado.
Las críticas constructivas no existen, las mismas no ayudan. Algo muy diferente es hacer una observación. No es lo mismo que alguien que está hablando con un tono de voz alto le digan, que su tono de voz parece agresivo, a que le digan que es agresivo, lo primero es una observación y lo segundo es una crítica.
Si en lugar de hacer una observación, hacemos una crítica, estamos etiquetando a esa persona, la dejamos de ver objetivamente. Las observaciones ayudan y las críticas bloquean.
Si queremos que nuestras observaciones ayuden al otro, tenemos que hablar de nosotros, no de la otra persona. De lo que hemos captado, lo que sentimos ante el comportamiento o las palabras del otro.
Para impedir herir, a la hora de hacer un comentario, es importante tomar en cuenta lo siguiente: evita generalizar tus percepciones y expresa tus observaciones en primera persona, desde lo que a TI te sugiere individualmente. Por ejemplo, si una persona con la que has hecho una cita, a menudo es impuntual, una forma de expresarle tu molestia será decirle: cuando me quedo esperándote, después de la hora que acordamos, me siento irrespetado, me gustaría que la próxima vez tomaras en cuenta mi tiempo.
Comunica a otros tus observaciones acerca de aquello que te despierta sentimientos agradables. No hagas observaciones negativas en público, resérvalas para hacerlas en privado, para que la persona las reciba como una ayuda y no como una crítica pública.
Todo esto contribuirá a tener relaciones más nutritivas, donde tengamos la oportunidad de crecer, viéndonos unos a otros con respeto y gentileza. La convivencia será más grata para ti y los que te rodean. Comienza a hacerlo diferente, atrévete a ser el generador del cambio en tu entorno.
Ser como la mayoría "es más seguro", atreverse a transitar el propio camino, es un acto de valentía, porque el primer monstruo que habrá que vencer, será la crítica. Se necesita estar preparado, algunas te servirán de espejo, será inteligente escucharlas y otras serán una prueba de tu compromiso contigo mismo, para no dejarte llevar por ellas.
@marugascue
marugascue@gmail.com
Es común, que el que tiene miedo a las críticas, reaccione desde lo más primal que dirige nuestra conducta. Adaptándose a los parámetros del sistema o fraccionando su identidad, escondiendo partes de sí mismo, para no ser rechazado, excluido y criticado.
Las críticas constructivas no existen, las mismas no ayudan. Algo muy diferente es hacer una observación. No es lo mismo que alguien que está hablando con un tono de voz alto le digan, que su tono de voz parece agresivo, a que le digan que es agresivo, lo primero es una observación y lo segundo es una crítica.
Si en lugar de hacer una observación, hacemos una crítica, estamos etiquetando a esa persona, la dejamos de ver objetivamente. Las observaciones ayudan y las críticas bloquean.
Si queremos que nuestras observaciones ayuden al otro, tenemos que hablar de nosotros, no de la otra persona. De lo que hemos captado, lo que sentimos ante el comportamiento o las palabras del otro.
Para impedir herir, a la hora de hacer un comentario, es importante tomar en cuenta lo siguiente: evita generalizar tus percepciones y expresa tus observaciones en primera persona, desde lo que a TI te sugiere individualmente. Por ejemplo, si una persona con la que has hecho una cita, a menudo es impuntual, una forma de expresarle tu molestia será decirle: cuando me quedo esperándote, después de la hora que acordamos, me siento irrespetado, me gustaría que la próxima vez tomaras en cuenta mi tiempo.
Comunica a otros tus observaciones acerca de aquello que te despierta sentimientos agradables. No hagas observaciones negativas en público, resérvalas para hacerlas en privado, para que la persona las reciba como una ayuda y no como una crítica pública.
Todo esto contribuirá a tener relaciones más nutritivas, donde tengamos la oportunidad de crecer, viéndonos unos a otros con respeto y gentileza. La convivencia será más grata para ti y los que te rodean. Comienza a hacerlo diferente, atrévete a ser el generador del cambio en tu entorno.
Ser como la mayoría "es más seguro", atreverse a transitar el propio camino, es un acto de valentía, porque el primer monstruo que habrá que vencer, será la crítica. Se necesita estar preparado, algunas te servirán de espejo, será inteligente escucharlas y otras serán una prueba de tu compromiso contigo mismo, para no dejarte llevar por ellas.
@marugascue
marugascue@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario