11 PRINCIPIOS DE LA TERAPIA GESTÁLTICA QUE PUEDEN
APLICARSE A LA VIDA COTIDIANA
Por Jennifer Delgado
Rincón de la Psicología
2
de junio de 2011
La terapia gestáltica es sin lugar a dudas una de las más
interesantes desde los principios que nos propone por el simple hecho de que
cada uno de ellos encierra una enseñanza que puede aplicarse en la vida
cotidiana. Algunos de los principios de la terapia gestáltica más importantes y
aplicables son:
1. Hablar con, no sobre o de: Vamos a tratar de hacer encuentros
permanentes, esto significa que no nos vamos a permitir hablar "acerca de
nada ni de nadie'', esté o no presente aquí. Si lo está nos enfrentaremos
directamente a él, si no también lo haremos a través del truco de imaginarnos
que sí lo está.
2. Hacerse responsable: Algo muy importante es aceptar que no
hago ni digo nada que no quiero, ni por equivocación. Que lo que siento, lo
siente v no me pongo a tratar de averiguar por qué es así. Es más, inclusive
puedo afirmar que si no soy responsable de lo que siento, sí lo soy enteramente
de lo que digo y hago con lo que siento, Así como yo no soy responsable de lo
que siento, pues me surge espontáneamente, tampoco lo es persona alguna.
3.
Privilegiar el sentir sobre el pensar: No pretendemos que dejen de pensar. Sí
que presten atención a lo que sienten. Lo que sienten puede ser anímico o
físico. Ambos tienen localización en el cuerpo, si no pueden ubicar una emoción
en su cuerpo, no están sintiéndola, están pensando sobre ella.
4. No juzgar:
Traten de quedarse con lo que sientan respecto de alguien. Es absolutamente
imposible que no sientan nada, pero en todo caso, si no consiguen registrarlo,
no cambien la situación por un libre ponerse a juzgar acerca de sus cualidades
buenas o malas. No le sirve a nadie, ni al juzgado ni a ustedes, que sólo
consiguen mantenerse alejados de sus propios sentimientos.
5. No interpretar:
Terminantemente prohibido interpretar. Interpretar significa asegurar que uno
conoce las motivaciones del prójimo para hacer o decir lo que hace o dice. La
mayor parte de 2 nosotros desconoce la mayor parte de las motivaciones de lo
que hacemos o decimos. ¿Cuál es nuestro mérito, entonces para asomarnos a vidas
ajenas?
6. No invadir el campo psíquico de otro: Primero y fundamental, no
consolar, no abrazar, no decir palabras tiernas, no defender, en una situación
en la que alguien precisa estar a solas con su malestar para contactarse
consigo mismo. También es interrumpir, hacer "caritas" al otro para
desviar su bronca, impidiéndole expresar lo que siente.
7. No disculparse: Está íntimamente relacionado con hacerse responsable. Si te agredo y luego me disculpo, no te dejo en libertad de agredirme. Creo una situación falsa. (Si bien en ocasiones disculparse es fundamental, por lo que este principio debe aplicarse con mucho sentido común).
8. No minimizar: Está relacionado con la pauta
anterior. No es lo mismo decir: "Me da rabia lo que dices", que
afirmar: "Siento un poquito de rabia". Si es poquito, no vale la pena
mencionarlo, y si es mucho, disfrazarlo sólo tiene por objeto impedir la rabia
ajena.
9. No atemperar golpes: El modo más frecuente de atemperar golpes,
consiste en pronunciar un largo discurso lleno de circunloquios, para que lo
que quiero decir, se deslice subrepticiamente sin que se: note demasiado. Por
ejemplo: "A veces, cuando te miro, me parece que algunas de tus actitudes
no son todo lo lúcidas que creo que podrían llegar a ser". ¿Qué ha dicho?
Nada, probablemente la otra persona ni siquiera ha captado el sentido.
10. No
interrumpir: Tratemos de registrar qué rodeos damos para no hacer algo. Por
ejemplo, hay quienes tragan reiteradamente para no llorar. Interrumpirse es
realizar algún tipo de maniobra para evitar que una emoción siga su curso
completo, que se resuelve en acción.
11. No manipular: La manipulación consiste
en expresar, sin franqueza, una orden. Una conducía violatoria del otro, por
cuanto le impide ejercer su voluntad con libertad, y se ve generalmente
entrampado haciendo algo, sin darse cuenta si lo desea o no. El que lo manipula
no se está haciendo responsable ni arriesga su relación con el otro.
Obviamente, para aplicar los principios de la terapia gestáltica se necesita un
gran conocimiento de sí mismo y mucha confianza; por lo que en un primer
momento será difícil ponerlos en práctica. La clave está en no desesperar e
irlos incorporando a nuestra cotidianidad poco a poco.
Fuente: Baranchuk, J. Z.
(1996) Atención aquí y ahora. Abadon Ediciones: Argentina.
Publicado por
Jennifer Temática: Tratamientos Psicológicos
No hay comentarios:
Publicar un comentario