Los 5 tipos de rabietas en la infancia
Maneras en las que los niños expresan la frustración y el enfado a
través de las rabietas.
De forma genérica, las rabietas son
especialmente habituales en el primer año de vida; entre los dos y tres años,
se vuelven más ocasionales, hasta desaparecer casi en su totalidad, entre los
cuatro y los cinco años (si bien podemos encontrar casos excepcionales).
En este artículo nos centraremos en
explicar los cinco tipos de rabietas en la infancia más frecuentes, en función
de su causa y de su pauta de actuación. Además, explicaremos con detalle por
qué ocurren y cómo constituyen un comportamiento necesario para la formación de
la propia identidad y para la autorregulación emocional.
Las rabietas en la
infancia: ¿qué son?
Antes de adentrarnos en los
diferentes tipos de rabietas en la infancia, explicaremos en qué consisten
éstas. Las rabietas en la infancia engloban una serie de manifestaciones, así
como actuaciones, tanto emocionales como físicas, realizadas por un/a niño/a
con la finalidad de expresar una serie de emociones negativas (como por ejemplo
la frustración o la rabia).
Es decir, son explosiones emocionales
que se experimentan de forma muy intensa, lo que hace que se expresen con gran
ímpetu (en cortos espacios de tiempo).
Estas manifestaciones explosivas
pueden incluir diferentes comportamientos, tales como: lloros, gritos,
pataletas, agitación, conductas oposicionistas (por ejemplo no querer
levantarse del suelo), tirarse al suelo, etc.
Una fase del
desarrollo normal
Las rabietas en la infancia forman
parte de una fase del desarrollo evolutivo; es decir, se trata de un proceso
natural en el/la niño/a, que le ayudará a adquirir las siguientes habilidades o
competencias: tolerancia a la frustración, capacidad de demora de la
gratificación y capacidad de autogestión y de autocontrol.
Por otro lado, es importante remarcar
que las rabietas se desarrollan en el contexto de un proceso de formación de la
propia identidad, y que le ayudan al/la niño/a a buscar su autonomía y a
autoreafirmarse.
¿Qué tipos de rabietas en la infancia
existen? ¿En función de qué las clasificamos? ¿En qué se diferencian? Te lo
contamos en el siguiente apartado.
Los principales
tipos de rabietas en niños y niñas
Como decíamos, existen diferentes
tipos de rabietas en la infancia. La clasificación que proponemos aquí es la
que las organiza en función de sus causas. Te contamos con detalle en qué
consiste cada una de ellas, y cómo podemos actuar para gestionarlas:
1. Rabieta para
llamar la atención
Se trata de rabietas para llamar la
atención de los/as cuidadores/as; cuando el/la niño/a hace una rabieta de este
tipo, lo que quiere es obtener la atención, generalmente de los padres, así
como dominarlos.
¿Cómo podemos
actuar?
¿Qué hacemos con este tipo de
rabietas? Primero de todo, será importante analizar el origen de las mismas.
Por otro lado, lo ideal es que atendamos al/la menor sólo cuando esté calmado/a
(no en plena rabieta).
Una vez detectemos que lo que quiere
realmente es llamar nuestra atención, deberemos proceder a no atenderle, a la
vez que le hacemos ver que ese comportamiento no es el adecuado para obtener
nuestra atención.
2. Rabieta para
conseguir algo
En el segundo de los tipos de
rabietas en la infancia, la finalidad es otra; en este caso, conseguir u
obtener algo. Es decir, satisfacer una necesidad o cumplir un deseo.
¿Cómo podemos
actuar?
En este caso, lo ideal será que
apliquemos la extinción; es decir, dejar de prestar atención a la conducta (lo
que implica dejar de reforzarla), vigilando en todo momento, eso sí, que el/la
niño/a no se haga daño (por ejemplo si estamos en la calle y se aleja).
En el momento en el que el/la niño/a
se calme, nos dispondremos a explicarle conductas alternativas para obtener lo
que desea (por ejemplo pidiendo bien las cosas, sin llorar o gritar).
Recordemos, siempre en función de la edad del niño, adaptando nuestro lenguaje
y nuestras explicaciones. Por otro lado, también le remarcaremos la
inadecuación de su comportamiento.
3. Rabieta para
evitar algo
En este tipo de rabietas el objetivo
es evitar algo (por ejemplo ir a un lugar determinado, comer un cierto tipo de
alimento, etc.). Así, el/la niño/a en cuestión no quiere seguir las órdenes o
indicaciones de sus padres (o profesores/as, cuidadores/as, etc.), y por ello
manifiesta la rabieta.
¿Cómo podemos
actuar?
En estos tipos de rabietas en la
infancia debemos, como en las anteriores, hacerle entender al/la niño/a que
esta no es la manera de actuar si quieren conseguir algo; en este caso
concreto, podemos optar por utilizar frases conciliadoras, del tipo: “Sé que
quieres estar más tiempo en el parque, pero ahora es la hora de irse”. Es
importante validar su emoción, pero no su forma de expresión.
4. Rabieta por
cansancio
En el siguiente de los tipos de
rabietas en la infancia su causa es el cansancio o la fatiga (sumado a la
imposibilidad de dormir). Se dan sobre todo en niños/as más pequeños/as, cuando
aún no tienen un lenguaje suficientemente desarrollado como para expresar cómo
se sienten.
¿Cómo podemos
actuar?
En este caso actuaremos mostrando
nuestra comprensión y ayudándoles a dormirse (dependiendo de la edad, momento
del día, etc.).
5. Rabieta por
frustración
Finalmente, el siguiente tipo de
rabieta aparece por un sentimiento de frustración ante una situación o evento.
Por ejemplo, puede aparecer cuando el/la niño/a quiere obtener algo y no lo
consigue, cuando le riñen por un mal comportamiento, etc.
¿Cómo podemos
actuar?
Cuando aparece una rabieta en el/la
niño/a por no conseguir lo que quiere, debemos valorar el esfuerzo que ha hecho
el/la mismo/a (en el caso de que éste haya existido), a la vez que le ayudamos
a entender que no siempre podremos conseguir todo aquello que queremos, y que
no por eso debemos ponernos así.
Causas de las
rabietas
Como hemos visto, las causas de las
rabietas son múltiples, lo que nos permite clasificar los diferentes tipos de
rabietas en la infancia.
Generalmente, y dependiendo de la
edad del/la niño/a, las rabietas surgen ante situaciones de frustración (es por
ello que resultará imprescindible trabajar la tolerancia a la frustración en
ellos/as), o ante situaciones donde no se comprende lo que está sucediendo.
Si a esto le sumamos la inmadurez
evolutiva propia de esta etapa vital, así como la presencia de un lenguaje aún
en construcción, resulta lógico que aparezcan este tipo de comportamientos.
De esta manera, y a modo de síntesis,
podemos decir que las rabietas surgen:
·
Ante momentos de frustración
·
Como consecuencia de no obtener lo que se desea
·
Como respuesta a un intento de demostrar la propia independencia
·
Como una estrategia de manipulación, a fin de satisfacer los propios
deseos
Pautas de actuación
generales
Como hemos visto también, dependiendo
de la causa de la rabieta, la actuación será una u otra, aunque todas deberán
ir en la misma dirección; hacerle entender al/la niño/a que estas conductas no
resultan adecuadas para conseguir lo que quieren o para expresar su malestar, y
que existen conductas más apropiadas para ello.
Es importante actuar siempre desde la
empatía y la comprensión, ya que, no olvidemos que las rabietas forman parte
del desarrollo psicoafectivo. Pensemos que, a la larga, la gestión de estos
comportamientos le ayudará al/a niño/a a autorregularse y a manejar sus
emociones de forma adaptativa y saludable.
Referencias
bibliográficas:
·
Caballo, V. y Simón, M.A. (2002). Manual de Psicología Infantil y del
adolescente. Trastornos generales. Pirámide. Madrid.
·
Castillero, O. (s.f.). Rabietas infantiles: por qué aparecen y cómo
gestionarlas. Psicología y Mente.
·
Comeche, M.I. y Vallejo, M.A. (2016). Manual de terapia de conducta en
la infancia. Dykinson. Madrid.
·
Pernasa, P.D. y De Luna, C.B. (2005). Las rabietas en la infancia: qué
son y cómo aconsejar a los padres. Pediatría Atención Primaria, 7: 67-74.